TMS significa Estimulación Magnética Transcraneal y es un método probado y bien tolerado para tratar la depresión, incluso en pacientes que no han respondido a otras formas de terapia.
La terapia TMS utiliza pulsos electromagnéticos para estimular las células cerebrales, lo que ayuda a modular las vías neuronales necesarias para la regulación del estado de ánimo.
TMS es particularmente adecuado para personas que no responden a los medicamentos antidepresivos para el tratamiento de la depresión.
TMS se aplica localmente y es un método suave de estimulación. Por este motivo no hay necesidad de sedación ni anestesia (a diferencia de, por ejemplo, la ECT (Terapia Electroconvulsiva))
A diferencia de algunos medicamentos antidepresivos, el tratamiento con EMT no provoca aumento de peso, disfunción sexual, náuseas, efectos cognitivos negativos ni síntomas de abstinencia. Los pacientes pueden experimentar un dolor de cabeza por tensión muscular focal inmediatamente después de una sesión, pero esto generalmente se alivia con un analgésico suave.
Los pacientes normalmente notan mejoras en las primeras sesiones. Para la mayoría de los clientes, se alcanza una eficacia positiva a largo plazo después de 20 a 40 sesiones, que pueden completarse en unas pocas semanas o meses.
TMS es una forma segura de tratamiento que ha sido aprobada por la FDA desde 2008 para pacientes con depresión que no han logrado una mejora satisfactoria con la medicación antidepresiva previa.